Entramos en clase el primer día, armamos el
barullo típico del reencuentro postpracticum y nos preparamos para todo lo
nuevo. Nueva asignatura, nueva docente, nuevos contenidos… lo que no nos
imaginamos es que las clases serían un poco diferentes a lo que hemos conocido
hasta el momento. Creo que, por fin, empezamos a intuir el significado de esa
palabra que suele añadirse a los títulos de las materias que recibimos en los Grados
de Educación, esa palabra que vemos y utilizamos tantas veces pero que solemos
definir con cierta ambigüedad y desconocimiento. Sí, esa palabra: Didáctica.
Nuestra profesora se
presenta a su primera clase con una pila de libros (de los que hablaremos en
otras evidencias) y, en ese momento, sé que vamos a aprender muchas cosas.
Los primeros días son
clave para fijar el horizonte que tratamos de alcanzar y, poco a poco, nos
vamos dando cuenta de que poseemos algunas lagunas sobre los contenidos que
vamos a trabajar (¿Sabemos diferenciar un cuento de un álbum ilustrado? ¿Álbum
ilustrado?... ya empiezan a surgir dudas).
Yo no me ando con
muchos rodeos y lo tengo claro, si la asignatura se llama Didáctica de
la Literatura Infantil y Juvenil, no podemos empezar de otra manera que
contando historias así que me lanzo. Levanto la cabeza y a la pregunta: ''¿Quién
sería capaz de contar un cuento?'', respondo: ''Yo''.
En milésimas de
segundo, me decido por Totalmente Adrián, un cuento contemporáneo de Tom Percival que encuentro estas vacaciones de
Navidad en Fnac. Si no lo conoces, no
lo recuerdas o no estabas en clase aquel día… ¡Aquí lo tienes!
Más adelante, la maestra se preocupa
por conocernos un poco más y trata de realizar una informal pero esclarecedora
(no solo para ella como docente sino para nosotros como estudiantes) evaluación
inicial.
Para eso, nos realizan
preguntas como:
- ¿Qué entiendes por literatura?
- ¿Cuál ha sido el último libro que has
leído?
- ¿Cuántos libros sueles leer al año?
- ¿Conoces algún texto de literatura infantil y
juvenil?
- ¿Podrías nombrar algún autor de literatura
infantil y juvenil?
- ¿Qué lecturas recuerdas con agrado de tu
infancia?
- ¿Te consideras lector? ¿Qué lugar ocupa en tu
vida?
- ¿Crees que la presencia de la lectura es
importante en la vida cotidiana de un maestro? ¿Por qué?
Y no se queda aquí la cosa, hay muchas más:
- ¿Cuáles son tus conocimientos sobre literatura
infantil?
- Cita tres obras de literatura infantil y sus
autores.
- ¿Qué es un álbum ilustrado?
- ¿Qué es el juego simbólico?
- ¿De qué modo se relaciona con la expresión
dramática?
- En estos dos años como estudiante, ¿Qué textos de
literatura infantil has manejado en las diferentes asignaturas?
- ¿Podrías citar tres “clásicos” de la literatura
infantil universal?
- ¿Qué criterios, en tu opinión, deberían guiar la
selección de textos para niños?
- Cita alguna muestra de poesía para niños.
- ¿Cuándo visitaste por última vez una biblioteca?
¿Por qué?
- ¿Qué importancia tiene en tu opinión la literatura infantil en la educación?
La respuesta de algunas de ellas es sencilla pero hay otras... otras se convierten en un comecocos difícil de resolver y me doy cuenta de todo lo que me queda por aprender.
A partir de ellas, comenzamos a debatir sobre nuestros conocimientos de literatura infantil y juvenil. Rápidamente surgen nombres y títulos conocidos como Harry Potter o Los Juegos del Hambre, pero también se dibujan algunos otros como Babar... ¿Quién es Babar?, no puedo creer que mis compañeros lo conozcan y yo no tenga ni idea de quién es ese personajillo tan peculiar.
A partir de ellas, comenzamos a debatir sobre nuestros conocimientos de literatura infantil y juvenil. Rápidamente surgen nombres y títulos conocidos como Harry Potter o Los Juegos del Hambre, pero también se dibujan algunos otros como Babar... ¿Quién es Babar?, no puedo creer que mis compañeros lo conozcan y yo no tenga ni idea de quién es ese personajillo tan peculiar.
Resulta que Babar es
el protagonista de uno de los primeros álbumes ilustrados que conocemos. Se
trata de un elefante creado por Jean de Brunhoff que huye del bosque a la
ciudad, donde se comporta como un verdadero humano hasta que vuelve a su
poblado y es coronado rey. Seguro que ya no se me olvida jamás.
A todo esto, se
menciona otro famoso elefantito, pero este sí que lo conocía. ¿Te suena un
elefante que no es de color elefante sino de todos los demás? ¡Claro, es él!
Están hablando de Elmer, posiblemente el
personaje más famoso de David McKee.
Si como me pasó a
mí con Babar, no conoces a Elmer, un compañero de una promoción anterior lo
eligió como la historia que quería contar a su clase como trabajo final de esta
asignatura y me gustaría que la conocierais a través de él.
¡Disfrutadla!
Durante
varias sesiones debatimos temas muy superficiales, damos nuestra opinión acerca
de los cuentos, los álbumes, comentamos pequeñas historias que conocemos o
recordamos haber leído durante nuestro paso por la escuela y vamos perfilando,
con algún que otro borrón, las líneas que definen el concepto de Literatura y
claro, más concretamente, el de Literatura Infantil y Juvenil, pero eso forma
parte de unas evidencias de aprendizaje diferentes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario